Viajes espaciales, autos eléctricos, criptomonedas y ahora ¿enlaces directos a nuestros cerebros? Elon Musk realmente cree en diversificar sus negocios, y ahora con Neuralink busca expandir aún más esa creencia. Pero, ¿qué es y para que sirve?
Neuralink, una de sus últimas empresas, está en boca de los portales tecnológicos hace varios meses. Se trata de una empresa creada en 2016 y cuyo fin es desarrollar un chip de interfaz neuronal, es decir, un adaptador que -en teoría- sería capaz de interactuar directamente con nuestro cerebro para que podamos dar comandos a nuestros dispositivos solo con pensarlo. Si bien esto parece de ciencia ficción, Musk asegura que los primeros chips estarían listos para ser implantados en seres humanos en este año. Los primeros en recibir esta tecnología serían personas con capacidades motrices limitadas, por ejemplo, aquellos que tengan lesiones en la médula espinal que les impidan comunicarse de manera sencilla con otras personas y con el mundo que los rodea. Pensemos un momento en que tan beneficioso hubiese sido esta tecnología para todas aquellas personas en silla de ruedas, postrados o que simplemente no pueden moverse como la mayoría tenemos la suerte de hacerlo.
Hasta el día de la fecha, todas las pruebas de estos chips en primates han sido más que satisfactorias. Sin ir más lejos, en abril del 2021 se viralizó un video de un mono jugando un videojuego usando solamente su pensamiento.
Ahora, Musk deberá jugar una pulseada con la FDA, el homólogo del ANMAT en los Estados Unidos. Ellos son los que deberán autorizar que el chip es seguro para implantación en humanos. Además, Musk deberá realizar muchas más pruebas y debe confirmar que el dispositivo pueda ser retirado sin problemas en caso de mal funcionamiento o que el paciente así lo desee. Aún así, el millonario se muestra confiado porque, según él, su dispositivo Neuralink está muy por encima de los estándares que pide la FDA.
A pesar de estas buenas noticias, no todo es viento en popa para Neuralink. Ya en el pasado se vieron forzados a extender sus propias fechas de entrega, por ejemplo en 2019 indicaron que estas pruebas que se harían este año se iban a llevar a cabo en 2020. Evidentemente se habrán topado con algún inconveniente imprevisto.
Por otro lado, no son los únicos buscando este tipo de avances. Empresas más pequeñas como Synchron también buscan desarrollar este tipo de tecnologías, y ellos ya han obtenido la autorización de la FDA.
Habrá que ver si los millones de dólares que puso Musk en esta empresa le darán rédito.