Ya hace un tiempo que los equipos de baja potencia, en este caso los celulares, pueden ser cargados de manera inalambrica, sin necesidad de cables. Esto a pesar de resultar mas cómodo, en la practica la carga inalambrica es poco habitual, exclusivo de muy pocos teléfonos (al menos de fabrica).
La clara ventaja de poder cargar el celular sin cables es que lo único que tenemos que hacer es apoyarlo sobre la base, no hace falta enchufarlo cada vez que lo tenemos libre, ni pelear con el USB y de que lado hay que ponerlo (algún día todos serán USB tipo C y le diremos basta a ese problema).
En estas ultimas semanas estuve probando la base de carga inalambrica rápida de Samsung, puntualmente el modelo EP-NG930 junto al Samsung Galaxy S7 (que trae de base esta funcionalidad).
Este modelo de base cuenta con una función de «carga rápida» aunque el precio así lo refleja, hay algunas otras alternativas que son igual de compatibles y mucho mas baratas, aunque en general no cuentan con dicha función por lo que demoran mas en cargar la batería.
Al igual que como pasa con los cargadores que tienen cable, es mejor no optar por las versiones mas baratas y así tener una seguridad y eficacia superior.
La carga inalambrica siempre va a ser mas lenta que la con cable, en el caso del S7 y este adaptador es un 20% a 30% mas lenta (comparando con el cargador con cable que también incluye la función de «carga rápida»). Pero es mucho mas practica cuando uno hace uso constante del celular, sea atender una llamada, o chequear un whatsapp, solo hay que agarrar el teléfono de la base y volver a apoyarlo una vez que terminamos, sin las limitaciones del largo de cable, o estar enchufando y desenchufando constantemente.
Es importante tener en cuenta a la hora de hacer uso de esta tecnología que las fundas / estuches pueden interferir en la carga (o incluso evitarla), así que conviene probar este punto antes de comprar el adaptador.