La tecnología de Internet satelital del magnate Elon Musk está comenzando a funcionar en su fase de pruebas. En este artículo explicaremos qué es, cómo funciona y cuándo podremos acceder a ella.
Starlink (enlace estelar, en inglés) no podría tener un nombre más apropiado. Es, literalmente, un enlace hacia las estrellas. O, por lo menos, bastante más cerca que lo que podríamos esperar. Starlink es una red de satélites que orbitarán la Tierra proporcionando Internet de banda ancha a todo el globo. Por supuesto, esta tecnología está en pañales y recién hay algunas decenas de satélites en órbita; la proyección final es tener una red de miles de ellos. Sin embargo, las pruebas iniciales son muy prometedoras.
Pero, si ya tenemos Internet, y con varios proveedores de los cuales elegir… ¿cual es la razón de invertir tanto en esto?
Si bien la mayoría de nosotros vive en ciudades con acceso a uno o más proveedores de Internet de banda ancha, esas opciones se van reduciendo a medida que nos alejamos de los centros urbanos. Incluso, en las zonas más apartadas y recónditas de nuestro país, a veces no hay proveedor que llegue, y la gente que necesita acceso a Internet se queda aislada o con contratos de banda ancha celular realmente abusivos. Starlink llegaría a ofrecer una solución a eso, ya que literalmente no hay lugar en el planeta donde no pueda ofrecer cobertura. Si bien ya existen otras empresas de telecomunicaciones que ofrecen Internet para estos lugares aislados, el costo es en muchos casos prohibitivo, debido en parte a la falta de competencia y también al alto costo de mantenimiento e implementación. Starlink con un solo juego de antena y modem ha logrado establecer velocidades de entre 50 y 150 megabytes por segundo, algo bastante cercano a las conexiones de fibra que podemos tener en nuestros hogares.
El funcionamiento de Starlink es realmente sencillo. SpaceX (la subsidiaria de Elon Musk para viajes al espacio) desplegará la red de satélites en órbita. Dicha red ya se puede ver en construcción desde la Tierra, tan solo es necesario tener una buena visibilidad al cielo nocturno y se podrá observar el llamado “Starlink Train”, literalmente un tren de satélites viajando en línea recta sobre el firmamento. En nuestros hogares recibiremos el kit de instalación, que consta de una Antena (al mejor estilo DirecTV) y un módem. Una vez conectado, la antena deberá instalarse a cielo abierto y en el punto más elevado posible, para luego apuntar hacia el cielo y voilá! , conexión satelital de Internet.
Ahora bien, todo esto suena demasiado bueno para ser real. Todo tiene una desventaja, ¿verdad? Pues sí, y en el caso de Starlink, es el precio. En la página oficial se puede aplicar para preordenar el kit, pero dado que está en fase de pruebas, no está disponible para todo el mundo. De poder ordenarlo, uno deberá pagar unos 500 dólares por el kit de antena y módem, más el envío, y unos 100 dólares de cargo de conexión mensual. Bastante más que una conexión de fibra óptica hogareña. Pero, una vez más, Starlink no está diseñado para reemplazar dichas conexiones, sino para ofrecer una alternativa a quienes hoy no tienen ninguna conexión a Internet.