Gracias a los esfuerzos de Geoff Keighley, los Game Awards tuvieron su punto más alto en años, llegando a niveles récord de espectadores. Con grandes celebridades como Tom Holland (el último Spiderman), Gal Gadot (Wonder Woman) y Keanu Reeves (Johnny Silverhand, en Cyberpunk 2077), pasando por increíbles e inesperados anuncios de la industria, los Game Awards 2021 fueron todo un éxito, a pesar de las restricciones por COVID19.
A diferencia de la mayoría de los rubros, el entretenimiento online en general y los videojuegos en particular han experimentado un alza durante la pandemia. La necesidad de quedarse en casa hizo que la gente se vuelva sobre sus consolas o PC para matar zombies, combinar caramelos o tratar de dominar un imperio mientras el mundo intenta volver a girar con normalidad.
La brecha entre los videojuegos y el resto de ramas artísticas, como música y cine, cada vez es más difusa, y podemos ver a grandes celebridades haciendo contenido para los juegos, poniendo sus voces o incluso su apariencia. Podríamos señalar las composiciones de Gustavo Santaolalla o Eddie Vedder para The Last of Us, gran desarrollo de la firma Naugthy Dog, o las actuaciones de Jean Reno en Onimusha, por citar algunos ejemplos. También pudimos encontrar a Christopher Nolan, director de la última trilogía de Batman, presentando el premio al Juego del Año. Había muchas más celebridades en lista para aparecer, pero las restricciones debido al COVID complicaron la presencia de muchas de ellas. Una de ellas era Henry Cavill, el famoso actor que encarnó a Superman y a Geralt de Rivia en la serie de Netflix “The Witcher”, quien saltó a la fama del mundo de los videojuegos luego de publicar un video armando su propia PC de alta gama para jugar. Otras celebridades, como Brie Larson, quien encarnó a Capitana Marvel en el MCU, se dedicaron a postear en sus redes sociales “la previa” de todo el evento.
Luego de todas las votaciones, algunos juegos sorprendieron con sus galardones, mientras que otros, como “Half-Life: Alyx” quedaron bastante desestimados, a pesar de ser verdaderas joyas. Pero claro, al tratarse de un juego únicamente para plataformas de realidad virtual, es más complejo que llegue a una audiencia masiva.
Lo importante, señala Keighley, es que los gamers siguen apareciendo. No importa el COVID, las restricciones, ni nada. Siempre encontrarán una razón para sintonizar los eventos de su industria preferida. Hace varias ediciones que los Game Awards vienen creciendo en espectadores, a veces incluso tripli o cuadruplicando su asistencia anterior, pero todo tiene un límite. Ese pensamiento es el que asusta a Keighley, quien tendrá que hacer las paces con que algún día el número de espectadores comenzará a caer.
En algún momento, como todas las cosas, llegará a su fin, pero por ahora está viento en popa y seguramente durante los próximos años veremos Game Awards más y más atractivos y glamorosos.