En un informe del año 2019, dicha universidad había determinado que el consumo energético producto de la minería de criptomonedas era equiparable al consumo anual de un país como Suiza. Hoy en día, sin embargo, esa cifra se ha incrementado hasta superar los 121 terawatts por hora (TWh) al año, colocándolo en el mismo estrato que países más grandes como Argentina (121 TWh), y bastante por encima de países como Países Bajos (108,8 TWh) y Emiratos Árabes Unidos (113,20 TWh).
Al contrario de lo que muchos expertos en economía señalaban hace años, el minado de criptomonedas sigue creciendo exponencialmente. Varias empresas internacionales, como por ejemplo Tesla, propiedad del magnate Elon Musk, le han dado el visto bueno para operar, lo que ha hecho que su valor toque un nuevo récord de más de 48000 dólares esta semana. Dicha escalada en su valor sólo hace que más y más personas se vuelquen de lleno a la criptominería.
Resulta particularmente interesante el caso de Tesla, que por primera vez autorizó a sus clientes a comprar sus automóviles pagando el costo del mismo con Bitcoin. Además, se rumorea que otras criptomonedas como Ethereum, el Polkadot y el Cardano serán aprobadas en los próximos meses. Los accionistas de la empresa invirtieron cerca de 1500 millones de dólares en criptomonedas, luego de lo cual se disparó el valor del Bitcoin. Sin embargo, no todo es color de rosas: algunas fuentes están criticando que dicha decisión va en contra de la imagen verde y ecologista con la que siempre se ha relacionado a Tesla.
Dicha controversia surge del hecho que Tesla ha recibido alrededor de 1500 millones de dólares como subsidios ambientales, sólo durante el año pasado. Estos subsidios proceden de fondos públicos, y tienen como finalidad promover la transición a energías renovables y sustentables. Llama la atención de David Gerard (autor de “Attack of the 50 Foot Blockchain”, libro que analiza a fondo el fenómeno de las criptomonedas) esta controversia, indicando que dicho subsidio podría revisarse debido a la cantidad sospechosamente similar de dinero invertido en bitcoins.
La minería de criptomonedas está cada vez más presente en la vida cotidiana, y de repente deja de ser una especie de “leyenda urbana” para convertirse en algo tangible y al alcance de todos. Pese a lo que opinan los expertos, parece que el Bitcoin y sus monedas amigas han llegado y planean quedarse por un tiempo.