Teletrabajo – Home Office

Si bien para algunos ya era algo que tenían en sus vidas, el primer trimestre de 2020 hizo del Teletrabajo (también conocido como Home Office) el tema en boca de todos. ¿Sirve realmente? ¿Los trabajadores rinden lo mismo? ¿Hasta cuando será necesario? Intentaremos responder algunas de estas preguntas aquí.

Según Kaspersky, la firma detrás del Antivirus y software de VPN, entre otros productos, el 48% de los usuarios tiene videollamadas desde el living de su casa, y el 27% realiza presupuestos desde su patio mientras disfruta un té.

Segeuramente los primeros meses de la pandemia fueron bastante movidos y dispares en términos de teletrabajo: mucha gente no lo había hecho nunca y no sabía como instalar los accesos, mucho menos como hacer para trabajar. Hoy en día la historia es otra. Programas de acceso remoto como TeamViewer, Anydesk o LogMeIn son mucho más conocidos, y los usuarios trabajan desde su casa como si estuvieran en la oficina. Todo, en una jornada mucho más dinámica, desde la comodidad de su propia casa.

No sabemos cuándo finalizará la pandemia y podremos volver a las oficinas. Pero luego de los resultados del trabajo remoto, ¿es realmente necesario volver a las oficinas?

La realidad es que trabajar desde la casa es tecnológicamente sencillo. Tan solo instalar algún programa de acceso remoto a la PC de la oficina y listo, es como estar ahí. Mensajeros instantáneos como Slack, Mattermost y WhatsApp nos permiten hablar al instante con nuestros colegas, como si los tuviésemos al lado.

Por supuesto que nada de esto sirve si no se realiza el trabajo. Es ahí donde los software de gestión de proyectos ayudan a realizar las tareas. Jira, por ejemplo, permite realizar una tarea y asignarla a un empleado para que la realice o la derive a otro colega, comentando el paso a paso de la realización del trabajo.

Mientras la pandemia nos mantiene confinados en nuestros hogares, debemos buscarle la vuelta para seguir trabajando y cumpliendo nuestras metas laborales. Ojalá que las vacunas lleguen y esto se termine. Pero mientras tanto, bien podríamos terminar ese presupuesto en piyama mientras tomamos un rico cafecito en la cocina, no?