Elon Musk y su parque Jurásico «¿Cómo podemos tener la más remota idea de lo que cabe esperar?»

Elon Musk no se detiene. Luego de lanzar por los aires el valor del Bitcoin con un solo tuit, ahora el magnate tecnológico dijo que “podríamos hacer un Parque Jurásico si quisiéramos”. Y eso que ya vimos varias películas por las cuales sabemos que eso sería una terrible idea.

Además de su compañía de autos eléctricos, Tesla, sus cohetes para ir a la luna y Marte, SpaceX, y su red de satélites para Internet en todo el mundo, Starlink, ahora Musk quiere meterse de lleno en el mercado de la ingeniería genética. Ya ha sido noticia en el campo cuando anunciaron Neuralink, una empresa que desarrollará chips cerebrales para conectar nuestros dispositivos directamente a la mente humana. Pero ahora va más allá. Podría convertirse en la versión real de John Hammond, aquel viejito millonario y bonachón vestido de blanco y con bastón que solo quería traer a la vida a las prehistóricas criaturas para alegrar a los niños del mundo en la película de Steven Spielberg.

En “Jurassic Park”, los científicos de Hammond conseguían extraer el ADN de dinosaurios de hace millones de año de muestras de sangre de mosquitos conservados en ámbar fosilizado. Con esa base, completaban la secuencia de ADN (degradado por el paso del tiempo) con ADN de rana y podían crear dinosaurios incubándolos en huevos de avestruz.

El cofundador de Neuralink, Max Hodak, tuiteó hace poco que con “15 años de reproducción e ingeniería” podrían tener dinosaurios interesantes y novedosos. No serían reproducciones fieles genéticamente, pero serían “reversionados” de los animales originales.

Suena a ciencia ficción, pero Neuralink ya ha hecho cosas extrañas con animales antes. Por ejemplo, le instalaron uno de sus chips a un mono y el simio podía jugar al Pong con su mente.

Por otro lado, Hodak no se detiene ahí. También agita el pensamiento sobre mejorar la diversidad. “La conservación es importante, pero, ¿Porqué detenernos ahí? ¿Porqué no tratamos de mejorar la diversidad de manera más intencionada?”. La idea de la antidiversidad, es decir, introducir especies nuevas a través de la ingenería genética no es nada nuevo. Google experimenta con mosquitos estériles modificados genéticamente para reducir las poblaciones de insectos transmisores de malaria, dengue y otras enfermedades. ¿Será que en el curso de los próximos años veremos la introducción de animales genéticamente modificados para cumplir un rol específico y ayudar al planeta?

Pues por ahora, los dejo con una reflexión del Dr Grant, de la citada película. “Los dinosaurios y el hombre, dos especies separadas por 65 millones de años de evolución, de repente se encuentran conviviendo. ¿Cómo podemos tener la más remota idea de lo que cabe esperar?”