Mamutfante

Ya hace más de 20 años, Steven Spielberg traía a la pantalla grande “Jurassic Park”, adaptación cinematográfica de la novela homónima de Michael Crichton. En ella, los científicos lograban secuenciar el ADN de dinosaurios a partir de mosquitos fosilizados en ámbar y usaban el ADN de ranas para completar aquellas secciones destruidas por el paso del tiempo. El resultado, dinosaurios clonados y una de las mejores aventuras cinematográficas de nuestras vidas. Pero bueno, seguía siendo ciencia ficción ya que la ciencia detrás de la película era un poco difícil de realizar. Hasta ahora, o eso parece.

La tecnología CRISPR, sigla en inglés para “Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats”, en español “repeticiones palindrómicas cortas, agrupadas y regularmente interespaciadas”, se basa en editar secuencias genéticas para introducir genes pertenecientes a otas especies. Colossal, una compañía startup ha recaudado más de 15 millones de dólares para realizar investigaciones y literalmente resucitar al mamut lanudo. Su idea es insertar genes del mamut (cuyo genoma está secuenciado completamente desde el 2015) en el código genético del elefante, y así generar un híbrido entre ambas especies. Si todo sale bien, en unos años podríamos estar viendo uno de estos animales deambulando por áreas árticas ahora despobladas. Más allá de lo novedoso y exótico del animal, la idea es muy interesante para poder salvar de la extinción a muchas especies al borde de o ya extintas. Podríamos, por ejemplo, hacer que algún animal se adapte mejor a un clima que le es adverso de manera natural. Pero si podemos manipular el ADN a esta escala, la imaginación es el único limitante.

En caso de que aparezca dicho animal, ¿cómo lo llamarímos? ¿Elemamut? ¿Mamufante?